Artículos de octubre de 2016

A propósito de Hegel y Marx (intento de aclaración)

Si he escrito que, «a mi entender, en su interpretación de la historia Hegel y Marx son providencialistas», es:

En el primer caso, porque considero que hay una línea que une claramente  a Agustín de Hipona con Hegel o, si se prefiere, De civitate Dei con la Fenomenología del espíritu. De hecho, la metafísica hegeliana es teología pura.

En el segundo caso, porque  pienso que la visión-interpretación de la historia que nos ofrece Marx es esencialmente finalista. El relato ha sido ideado y construido en función de un ser humano perfecto en una sociedad perfecta. Muchas de nuestras utopías históricas apuntan a él y, para mí, muchas de ellas son, por eso mismo,  finalistas e incluso providencialistas. También la alumbrada por Marx; naturalmente,  malgré lui-même.

PP-PSOE: Pacto constitucional

Considero que en estos momentos PP y PSOE deberían firmar un Pacto Constitucional Permanente centrado en la defensa del Estado de derecho y la unidad de España frente a todas las fuerzas desintegradoras y, por eso mismo, antisociales y antidemocráticas.

¿Hay algo más antisocial y más antidemocrático que dividir la sociedad y enfrentar a sus miembros entre sí?

¿En nombre de qué ideología quieren hacerlo? ¿Al servicio de qué proyecto?

¿En nombre de una izquierda desnaturalizada que ha decidido seguir el dictado de una derecha residual y anacrónica?

Entiendo que lo que divide y enfrenta no es ni social ni democrático ni -afortunadamente- puede tener buen fin.

Esa no es la línea que marca el futuro de las sociedades y la humanidad. Acaso hoy menos que nunca.

¿Última gran pregunta?

Releo a Ortega. Aciertos y desaciertos.  Preocupación racional,  razonada y, aun así, profunda y sincera. Historia de una decadencia. España invertebrada.

Esa preocupación, ahora infinitamente más profunda e intensa,  me lleva a Ángel Ganivet. Atenazado por una angustia existencial, Ganivet sucumbe  a una pulsión suicida que siente  y entiende como rebelión frente a la esclavitud; para mí, él también está convencido de que «esclavo es aquel que lo supedita todo a la supervivencia».

Sin solución de continuidad, ese sentimiento trágico de la vida me conduce  a Unamuno y más concretamente a su agonística pasión por el pasado y el futuro de España, pasión que creo compartir y me arranca la que podría ser última gran pregunta de nuestra historia:

¿Hemos pasado de la España invertebrada a la España desvertebrada?

Día de la Hispanidad: España ante el abismo

Como patriota español, me considero con el derecho y la obligación de declarar que, cuando debería disponerse a celebrar el día de la Hispanidad, España se encuentra una vez más ante el abismo de su autodestrucción.

Crisis integral o, como se dice ahora, sistémica.

Con una sociedad civil sin conciencia patriótica, un partido de derechas carcomido por la corrupción, un partido socialista en fase de desintegración y una izquierda sometida al dictado de una casta burguesa -ni pueblo ni nación-  eternamente desleal, España ha perdido su identidad y está a punto de perder incluso su nombre.

País, ¡qué país!

En esta situación y ante semejante  panorama, me pregunto ¿qué puedo y qué debo hacer por mi Patria?

Gerard Piqué

Gerard Piqué miente;

los españoles sabemos que miente;

él sabe que los españoles sabemos que miente;

aun así, Gerard Piqué miente

y, probablemente, seguirá mintiendo.

¿Cómo es posible algo así?

Enigma/estigma del alma catalana.

Bréxit y Catéxit

Entiendo que, en última instancia, los británicos no quieren abandonar la UE sino más bien fijar personal y directamente las condiciones de su pertenencia a la  organización.

Lo que de ningún modo quieren es estar sometidos al dictado de la Gran Alemania y, en consecuencia, que ésta determine lo que los súbditos de Su Graciosa Majestad deben y no deben hacer con sus caudales y con sus vidas.

En la práctica, eso significa para mí que los británicos pretenden estar a un mismo tiempo fuera y dentro de la Unión Europea. Y, sobre todo, decidir en cada caso  según les convenga.

Esa idea me  ha llevado a pensar en Cataluña y su relación futura con España.

Aquí yo veo una aplicación de la misma idea, pero puesta en marcha  con décadas de antelación.

CATÉXIT puede ser un término de nueva creación (en realidad lo considero de mi invención), pero la idea y sobre todo el hecho nacieron con nuestra democracia, como mínimo.

Para mí, como forma de deslealtad es el cáncer de nuestra democracia.

CATÉXIT o CATIN

Evidentemente a Catéxit (Cataluña fuera de España) se opone  Catin (Cataluña dentro de España). Entre una y otra posición se sitúa el eterno juego de la puta i la Ramoneta, marca de la casa.

Ahora fuera, ahora dentro, hasta que te canses o te vuelvas loco.

Si los españoles no aprendemos esta vez, probablemente no aprenderemos nunca.  

De Iceta al abad de Montserrat

Considero que si un separatista catalán te dice que no es separatista debes creer sus palabras, pero, al mismo tiempo, tener siempre presente que es y probablemente va a seguir siendo separatista en su comportamiento.

El separatista catalán compra y vende con palabras, pero traiciona con hechos. Nos lo enseña la historia.

Lo dicho es válido referido a Miquel Iceta, personificación de la perfidia y la deslealtad; recaba los votos de los trabajadores españoles de Cataluña y se los entrega a la burguesía separatista.

¿Y referido al abad de Montserrat?

Los designios de Dios son inescrutables.

Nota

A mi entender, la religión -cierta interpretación de la religión para consumo familiar y casero- forma parte del aparato  ideológico de la pequeña burguesía catalana; en mayor o menor medida, de todas nuestras pequeñas burguesías.

A Carles Puigdemont

Dime, Puigdemont, ¿a quién puedo denunciar yo que llevo 30 años en situación de muerte civil en Cataluña?

El PSC de Iceta

El PSC está icetizado,

quién lo desicetizará,

el desicetizador que lo desicetice

buen desicetizador será.

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De mi idiótikon

Icetizar: desnaturalizar algo, persona o cosa, a fuerza de traiciones marca Iceta.

Desicetizar: devolver su naturaleza a algo, persona o cosa, liberándolo de todas sus traiciones marca Iceta.

PP y PSOE: Gobierno y pacto de Estado

Considero que, más allá de la investidura de Rajoy, el PSOE, Partido (histórico) socialista obrero y español, debe apoyar lealmente la formación y el mantenimiento de un Gobierno sólido y estable del PP por el bien de España y los españoles.

Espero que lo haga.

A partir de ahí, me gustaría que PP y PSOE firmaran un pacto de Estado permanente en el que figuraran con carácter ineludible, como mínimo,  los siguientes puntos:

— defensa de la unidad de España por encima de ideologías y partidos políticos;

— defensa del Estado de derecho;

— defensa de la Constitución vigente;

— cumplimiento riguroso y estricto de la ley, sobre todo en asuntos que afectan a la identidad de España y su integridad territorial.

Evidentemente, eso es mucho pedir.

Aun así, me atrevo sugerir que en ese pacto de Estado figuren asimismo sendas declaraciones por las que los dos partidos -PP y PSOE- se comprometen a investigar, perseguir y condenar todos los casos de corrupción que se han dado en el seno de cada uno de ellos desde la Transición democrática hasta hoy.

Es un deseo, nada más que un deseo.

En cualquier caso, considero que el Estado de derecho se asienta en la lealtad constitucional y la lealtad constitucional en la lealtad  individual y colectiva de los políticos, empezando por los miembros del Gobierno.

Sin olvidar que por encima y por debajo de todo ello está siempre la sociedad civil, responsable primera  y última del buen funcionamiento o el mal funcionamiento de un régimen democrático.

En definitiva, la soberanía nacional reside de hecho  en los ciudadanos activos, esto es, votantes.

Eso es , al menos, lo que yo creo.

El PSC: de Iceta a Borrell

Imagino que, siguiendo con sus intrigas, las cuatro eminencias grises del PSC, ni partido político ni tertulia de amigos, intentarán mantener la  alianza/trampa con el PSOE, sustituyendo a un Iceta quemao y desacreditao por un Borrell que, después de cuarenta años de aparente lealtad a un partido socialista y español, ha empezado a dejar  ver y entrever  su segunda cara, la de un separatista de mirada esquiva y   lengua evasiva e invasiva.

¿Politics y policy?

Imagino que el ingenuo de Rodríguez Ibarra sufrirá un soponcio mayúsculo, no el último de su vida.

Eso nos pasa por ser como semos.

La triple Alianza, el Cholo Simeone y la doble catalanización de España y los españoles

Hace unos tres decenios escribí un extenso artículo sobre la necesidad imperiosa de que el PP y el PSOE, a la sazón partidos políticos claramente mayoritarios en el ámbito español, firmaran un pacto de Estado para hacer frente a la conjura del separatismo catalán que yo había visto con toda claridad algunos años antes.

A pesar de la injerencia de los conjurados, previsible y prevista, el artículo fue publicado finalmente en el diario ABC.

Por desgracia, el escrito no provocó el efecto deseado, ya que tuvo una incidencia mínima en el curso de la actividad política española. PP y PSOE siguieron ignorándose recíprocamente y siguieron ignorando la magnitud y el apremio  de la conjura urdida y puesta en marcha por los separatistas catalanes durante  el franquismo y desde dentro del franquismo, aunque también es cierto que a partir de entonces  he sido objeto de una persecución ad hominem que, a pesar de dejarme en situación de muerte civil (¿a perpetuidad?), doy no sólo por merecida sino también por bien empleada si a la postre contribuye, aunque sea mínimamente, a salvar la unidad de España e impedir su desintegración. Vayan por delante, pues, disposición y ofrecimiento.  

Por lo demás, la conjura separatista es en estos momentos, octubre de 2016,  una amenaza tan grave como real.

Por eso celebro el acuerdo alcanzado por el Partido Popular, el Partido Socialista y Ciudadanos, en la esperanza de que ese acuerdo se traduzca en un pacto de Estado que, además de permitir la investidura de Rajoy y asegurar la formación de un gobierno sólido y estable para España, cristalice de una vez por todas en medidas que garanticen su unidad en el futuro.

Creo que los tres partidos implicados tienen plena conciencia de la gravedad de la situación actual y van a hacerlo. En realidad, el pacto ya está sellado y si hablo de  triple Alianza es porque entiendo que esos tres partidos  están dispuestos a  poner coto a las acciones desintegradoras en el seno de nuestra Patria.

En lo concreto o, si se quiere, en el día a día de la política parece que el Partido Popular tendrá que pelear cada proyecto de ley o, más concretamente, cada votación en la línea popularizada por el Cholo Simeone, partido a partido, lo que puede dar lugar a una lucha agotadora para los miembros del Gobierno y en especial para su jefe. El escenario político, de suyo complicado en razón de la distribución de las fuerzas en liza, se ve  agravado una vez más  por la presencia activa/destructiva de los separatistas catalanes en  bloque, caracterizados  por una irreductible deslealtad.

Una vez instaurado el incumplimiento de la ley  con carácter de hecho consumado y por lo tanto inamovible/irreversible, esos mismos separatistas practican ahora  con total impunidad y descaro el juego sucio de la intriga permanente, tanto en esa parcela -Cataluña- que ya consideran de su absoluta y exclusiva propiedad como en el conjunto de España, país que planean dominar a partir del control de sus instancias de poder y representación democrática.

La catalanización de España tiene, pues, dos aspectos: de una parte, la implantación de una manera de ser y actuar basada en el engaño sistemático y, de  otra,  el control, previa usurpación, de las estructuras del Estado.

En esas están.

Se trata, pues, de una conjura en toda regla. Por eso, desde un principio esos mismos separatistas se cuidaron de que  la palabra definitoria de su manera de pensar y actuar fuera estigmatizada y erradicada  de nuestro vocabulario político.

Ellos lo decidieron y se lo impusieron a los «ingenuos» españoles.

Espero y deseo que, por fin, los españoles se enteren y acudan a defender a su Patria con todos los medios legítimos  y legales de que disponen.

Esa es, a mi entender, la primera y principal tarea de nuestra triple Alianza.